Tips para papás, mamás y cuidadores. Juntos por una crianza saludable en casa #PotencialParaTransformar
¿Recuerdas a Riley Anderson? La niña de la película Intensamente, quien durante su infancia está atravesando impulsos de alteraciones de comportamiento, debido a un cambio en su vida; un nuevo ambiente la lleva a atravesar un proceso para entender sus cinco (5) emociones principales: alegría, tristeza, ira, miedo y asco.
La experiencia de la Riley es un momento crucial durante la primera infancia, niños y niñas en diferentes situaciones, atraviesan diversas emociones generando comportamientos externos sorpresivos. En algunas ocasiones sus reacciones confunden a papás y mamás, puesto que aún el niño(a) no sabe cómo expresar y distinguir la emoción que está experimentando.
Esta situación podría hacerte pensar que tu hijo o hija está comportándose ‘mal’. ¿Qué tal si en lugar de asumir que su respuesta es equívoca, le acompañas a descubrir cuál es la emoción que está sintiendo?
A través de pequeños objetos en casa y el acompañamiento de sus cuidadores, los niños y niñas pueden aprender a reconocer emociones fácilmente. ¡Es muy sencillo!
- Invítale a escoger un juguete. Puede ser un carro o un peluche.
- Enséñale a que cada vez que sienta una emoción la identifique con ese objeto.
- Acompáñalo cuando está sintiendo la emoción, indícale que lo abrace.
- Ahora ayúdale a pensar qué es lo que le está produciendo esa emoción y genera una conversación para que pueda distinguir cuál es.
- El conversar sobre la emoción le ayudará a entender, generará una conexión contigo y le ayudará a comprender cuándo la emoción se ha disipado.
¡Ahora tendrás la oportunidad de acompañar a tus hijos para que reconozcan sus emociones y tú crecer en el camino!
¿Dónde surge este Tip para papás y mamás?
Cómo ayudar a tus hijos a reconocer sus emociones en casa hace parte de La Ruta de Aprendizaje Socioemocional, una experiencia de aprendizaje socioemocional liderada por United Way Colombia y Fundación FEMSA. Con una metodología que parte de un reconocimiento de sí mismo y de sus potencialidades así como de su entorno, 497 agentes educativos fortalecieron habilidades emocionales.
A través de la continuidad de procesos formativos y de acompañamiento pedagógico, los asistentes aprendieron alternativas para implementar y compartir a diario con más 27.000 niñas y niños, y sus familias. Los aprendizajes de esta experiencia esperan mejorar la calidad de la atención de la primera infancia y orientar soluciones educativas que atienden al contexto de emergencia de acuerdo a las necesidades y riesgos psicosociales de los niños y las niñas de 0 a 5 años.