Tips para papás, mamás y cuidadores. Juntos por una crianza saludable en casa #PotencialParaTransformar
Estudios del Centro de Desarrollo Temprano para la Niñez de la Universidad Harvard, han demostrado que la exposición temprana a circunstancias que producen miedo persistente y ansiedad crónica puede tener efectos negativos de por vida en la arquitectura del cerebro. Es vital para los niños y niñas interactuar en entornos seguros, ambientes donde puedan aprender y desarrollar cerebros y cuerpos sanos.
Sin embargo, a pesar de que como padre, madre o cuidador estás dispuesto y comprometido a generar un ambiente adecuado para el desarrollo de tu hijo o hija, el miedo es un estado emocional que nos ayuda a identificar peligro, por lo tanto necesario para situaciones de supervivencia.
Pero cuando somos expuestos a situaciones de estrés constante, el permanecer en estado emocional de miedo nos detiene de generar acciones para resolver retos, socializar o poder permanecer en estados de relajación y disfrute. Por esta razón, acompañar a tu pequeño o pequeña a superar sus miedos entre sus 0 a 6 años será vital para su desarrollo cerebral, psicológico, emocional y social.
A través de pequeños objetos en casa y el acompañamiento de sus cuidadores, los niños y niñas pueden aprender a confrontar y superar sus miedos ¡Es muy fácil!
- Elige una bolsa de plástico o papel que tengas en casa.
- Decórala, píntala y ponle el nombre que quieras.
- Cada vez que tu hijo(a) sienta temor, pídele que dibuje o escriba qué le causa esa sensación.
- Escúchale y acompáñale a depositar el papel en la bolsa.
Al conocer su miedo y guardarlo, retomará la fuerza para continuar. Puedes acompañarle en el proceso y fortalecer al tiempo tus capacidades socioemocionales.
¿Dónde surge este Tip para papás y mamás?
Cómo ayudar a tus hijos a reconocer sus emociones en casa hace parte de La Ruta de Aprendizaje Socioemocional, una experiencia de aprendizaje socioemocional liderada por United Way Colombia y Fundación FEMSA. Con una metodología que parte de un reconocimiento de sí mismo y de sus potencialidades así como de su entorno, 497 agentes educativos fortalecieron habilidades emocionales.
A través de la continuidad de procesos formativos y de acompañamiento pedagógico, los asistentes aprendieron alternativas para implementar y compartir a diario con más 27.000 niñas y niños, y sus familias. Los aprendizajes de esta experiencia esperan mejorar la calidad de la atención de la primera infancia, y orientar soluciones educativas que atienden al contexto de emergencia de acuerdo a las necesidades y riesgos psicosociales de los niños y las niñas de 0 a 5 años.